Imagen del Sagrado Corazón de Jesús que se venera en la Cripta de Su Templo del Tibidabo - Barcelona
Y el cielo por dosel, y la retama
por áureo marco entre el oliente pino,
y por fondo el azul del mar latino
que el salmo eterno de sus ondas brama;
y a sus plantas la alfombra que recama
la opulenta hermosura de Barcino,
se eleva el Templo al Corazón Divino:
piedra hasta ayer, hoy amorosa llama.
Y mientras se hunde el sol a barlovento,
y el Tibidabo vibra el coro lento
de los seres, magnífica salmodia,
ángeles, hombres, mar, estrellas, viento
adoran al Divino Sacramento,
vivo en esta granítica custodia.
José Luis Carreño, Salesiano
Templo Nacional Expiatorio, Barcelona Tibidabo
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